Energía solar, ¿convidada de piedra en las subastas?
https://www.las2orillas.co/energia-solar-convidada-de-piedra-en-las-subastas/
La asignación del Cargo por Confiabilidad dejó grandes preguntas, la más importante: ¿la generación a partir del carbón se ciñe al Acuerdo de París, suscrito por Colombia?
La estrategia de diversificación y descarbonización de la matriz energética en Colombia arrancó peligrosamente concentrada, con una nítida posición hegemónica en favor de la tecnología eólica, que ya venía siendo impulsada por grupos de interés colombo-europeos durante el gobierno anterior.
Tras haber declarado desierta por dominancia la primera y más importante subasta de energías renovables el pasado martes 26 de febrero, dos días después todos los reflectores del gobierno reenfocaron hacia la subasta de asignación del Cargo por Confiabilidad.
El resultado estaba cantado: barrieron los generadores convencionales y los proyectos eólicos, no obstante de que se trata de una tecnología mucho más costosa en su inversión, puesta en marcha y mantenimiento, en comparación con las ventajas únicas de la energía solar FV, la estrella de las renovables.
Las diferencias tecnológicas son claramente apreciables. Mientras la fuente eólica requiere de al menos un generador como desvío para la producción de energía eléctrica, la energía solar fotovoltaica no necesita ninguna aplicación con partes móviles, debido a la conversión directa sobre paneles solares —única en su genero—, lo cual redunda en una mayor vida útil de 30 años o más, y muy poco mantenimiento del sistema.
En ese orden, resulta incomprensible que ante la posición excepcional de la solar FV y su potencial energético superior en términos de eficiencia económica, confiabilidad, radiación solar privilegiada en Colombia, y rápida instalación, los resultados de la primera subasta de Cargo por Confiabilidad hayan arrojado guarismos tan preocupantes.
La puja interna de las FNCER la ha ganado la energía eólica con 1.160 MW (83%) de potencia para el Cargo por Confiabilidad (ENFICC). El resto, o sea 238 MW (17%) corresponde a proyectos de energía solar FV, a pesar de que la energía de los proyectos fotovoltaicos ready to build registrados ante la UPME en 2018 (2.757 MW) duplicaba ampliamente a los radicados a partir de la energía eólica (1.351 MW), según datos publicados por el propio Ministerio de Minas.
Pero si se analiza en detalle, los resultados de la subasta pueden resultar aún más alarmantes. La energía solar fotovoltaica no solo ha perdido en su debut frente a la fuente eólica, lo cual era visible, sino que también ha sido arrasada por las unidades térmicas GUAJIRA 1 y GUAJIRA 2 de Termoguajira (286 MW), que funcionan con tecnología que data de la década de los 80s, a partir de carbón, su combustible fósil principal.
XM, administrador de la subasta, ha publicado los resultados de las asignaciones a GECELCA, la empresa generadora propietaria de Termoguajira que resultó favorecida con un sustancioso bloque de energía térmica a partir de carbón mineral de 5.208.498 kWh/día durante el período 2022-2023.
Nos preguntamos: ¿cuál fue la justificación técnico-económica de la CREG para seguir permitiendo emisiones de CO2 en Termoguajira, precisamente durante periodos de sequía, cuando la tecnología solar FV, en combinación con el almacenamiento de carga, puede garantizar a plenitud energía renovable y confiable a precios competitivos para un futuro sostenible? ¿Acaso generar a partir del carbón hace parte de los objetivos sobre cambio climático plasmados en el Acuerdo de París COP21, suscrito por Colombia?
Por último, entendemos que el Cargo por Confiabilidad es una reserva técnica de energía que pagamos todos los colombianos, la cual se materializa durante momentos de escasez de energía para beneficio de todos; lo que no tiene sentido es que en tiempos de balance energético deficitario la solución siga siendo quemar carbón desde La Guajira. Energía solar fotovoltaica a gran escala sí, pero no como convidada de piedra.