Fiebre por las placas solares: se disparan un 140% las peticiones de autoconsumo

iempo despejado para el autoconsumo. Tras el nubarrón en forma de “impuesto al sol” que amenazó el nuevo modelo energético, las peticiones para la instalación de células fotovoltaicas se ha disparado un 140%, según indica SotySolar, una compañía especializada en energía solar y en autoconsumo. Con la nueva normativa, vigente desde el mes de abril, se espera implementar una serie de medidas para que todos los ciudadanos interesados en puedan beneficiarse de las ventajas de esta actividad, como desarrollar una mayor independencia energética y minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero.

Otra de las novedades anunciadas recientemente ha sido la fijación del precio para el excedente eléctrico de autoconsumo. Gracias al sistema energético autosuficiente, los particulares pueden ganar dinero por cada megavatio (MW) que no consuman y que devuelvan a la red. El precio medio para el mecanismo de compensación simplificada (Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor) está estimado en 53 euros el MW en las horas centrales del día, según Red Eléctrica de España. Con este cambio, se pretende compensar a los particulares con autoconsumo con una reducción de su factura de la luz.

Pero, ¿cuánto cuesta una instalación? SotySolar ha realizado un estudio acerca del conocimiento de los consumidores sobre el precio y la rentabilidad de una instalación fotovoltaica. Casi la mitad de los españoles (45%) cree la inversión se sitúa entre los 3.000 y los 6.000 euros, mientras que con la rentabilidad, seis de cada diez españoles opina que está entre 5 y 7 años. Lo cierto es que no van desencaminados. El coste de una instalación fotovoltaica para una vivienda de 100 metros cuadrados ronda los 4.000 euros, según la compañía. Esta inversión se rentabiliza en 5 o 7 años, ya que el autoconsumo ahorra de media un 50% en la factura de la luz.

La nueva situación que se da en España es propicia para el desarrollo de las energías renovables. El Gobierno pretende reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 90% para 2050 (sobre los niveles de 1990) y lograr el 100% de energías renovables para ese mismo año.